A través de Almustafá, "El profeta" que decide partir del pueblo de Orfalese donde vivió mucho tiempo, Gilbrán presenta un mensaje de reflexión para invitar al lector a recapacitar sobre los valores que definen la esencia del ser humano.

Justo antes de abandonar la ciudad, una profetisa llamada Almitra le pidió que compartiera su sabiduría a todos los habitantes del lugar, hablando desde su corazón, con el objetivo de transmitir dichas enseñanzas a sus hijos y demás descendientes.

Es un libro que revela la verdad de lo existente entre el nacimiento y la muerte, expresando la importancia de los elementos que influyen en la vida, tales como: amor, matrimonio, trabajo, alegría, dolor, crimen, castigo, leyes, libertad, pasión, conocimiento, y muchos más que contribuyen a suprimir pensamientos individualistas.